SIGNOS INFLAMATORIOS MÁS DESTACADOS DE LA CONJUNTIVITIS

HIPEREMIA: La inflamación ocular se asocia de forma invariable a una vasodilatación local o difusa. Puede presentarse en zona bulbar, limbar o mixta. Las conjuntivitis crónicas o severas pueden cursar con dilataciones vasculares fusiformes y aneurismáticas.

QUEMOSIS: Es el edema conjuntival que resulta de la trasudación de los capilares conjuntivales fenestrados. Se presenta como un abultamiento de la conjuntiva bulbar y de los fórnices, en donde el tejido submucoso es laxo y distensible. Puede ser causada, además trastornos en el drenaje orbitario venoso y linfático, hiperosmolaridad vascular e inestabilidad vasomotora.

SECRECIÓN: Puede ser de tipo mucoso o acuoso en las infecciones víricas y en las reacciones tóxicas. Purulentas en las infecciones bacterianas. La exudación procedente de los vasos limbares puede producir infiltrados marginales puntiformes en la periferia de la córnea.


Las conjuntivitis membranosa y pseudomembranosa se caracterizan por un exudado fibrinoide mezclado con polimorfonucleares que se puede coagular en la superficie del epitelio conjuntival. Cuando esta secreción se halla firmemente adherida al epitelio conjuntival, de forma que su ablación induce sangrado, se habla de membrana. El ejemplo típico es la difteria y Streptococcus Pyogens. Cuando no es así se habla de pseudomembrana, como se puede observar en infecciones por Streptococcus, Klebsiella, Chlamydia o adenovirus, conjuntivitis leñosa y síndrome de Stevens-Johnson. La curación de la conjuntivitis membranosa suele provocar fibrosis subconjuntival.



- REACCIÓN TISULAR:


Papilas: Reacción tisular que se presente en diversos tipos de conjuntivitis aguda y Crónica. Se originan como lesiones puntiformes resultantes de cambios vasculares telangiectásicos, siendo más visibles en el tarso superior. Desde el punto de vista clínico, pueden reconocerse como pequeñas elevaciones de la conjuntiva que proporcionan a los tejidos un aspecto aterciopelado. Cada papila contiene un vaso central dilatado con una zona circundante clara o ligeramente infiltrada.

El término de conjuntivitis papilar gigante (CPG), suele reservarse para la conjuntivitis crónica papilar que se asocia con el uso de lentes de contacto, prótesis oculares u otros materiales extraños. Esta entidad abarca un amplio espectro de variedades clínicas, que van desde la reacción papilar moderada hasta las papilas gigantes. La CPG crónica puede conducir a una fibrosis de las papilas, convirtiéndose en protuberancias elevadas que pueden ser confundidas con folículos A nivel histológico se caracteriza por la presencia de pliegues epiteliales marcados con infiltración estromal por eosinófilos, mastocitos y otras células inflamatorias.

Tipos de Papila Conjuntival:

Folículos: Son acúmulos de linfocitos. Los vasos rodean y recubren la superficie del folículo, pero no son visibles en su interior. Se pueden localizar en la conjuntiva tarsal superior e inferior, y con menor frecuencia en la conjuntiva bulbar. Se observan en cuadros secundarios a virus, bacterias, clamidias y toxinas. Deben ser diferenciados de los pseudoquistes de retención (repliegues epiteliales tubulares que aparecen en la inflamación crónica) y de las glándulas de Meibomio distendidas. En algunos casos de conjuntivitis con intenso edema de la conjuntiva tarsal, puede resultar muy difícil la diferenciación entre papilas y folículos. En estos casos resulta de gran ayuda la observación de la reacción tisular con luz aneritra, que facilita observar la presencia de vasos centrales o circundantes en las diferentes reacciones tisulares conjuntivales.



Flicténulas: Se trata de un nódulo linfático focal, habitualmente en el limbo o en la conjuntiva bulbar, que induce una fibrosis y vascularización localizada. Esta reacción representa, presumiblemente, una reacción de hipersensibilidad mediada por células y suele ser un hallazgo frecuente en la blefaroconjuntivitis estafilocócica.



Granuloma: La inflamación granulomatosa crónica de la conjuntiva abarca desde pequeños nódulos opacos discretamente inflamados hasta grandes lesiones sobreelevadas. Los granulomas sesiles o polipoides se caracterizan por una proliferación fibrovascular con un infiltrado mononuclear con células gigantes. Cuando se observa una conjuntivitis granulomatosa con un nódulo preauricular, se habla de síndrome oculoglandular.


Ulceración conjuntival: Suele ser de localización inferior o en la conjuntiva bulbar. Puede ser enmascarada por las secreciones o por una pseudomembrana. Cuando cicatriza uniendo las superficies ulceradas produce un acortamiento del fórnix o produce un simbléfaron.


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